La Clave Mayor Del Rey Salomón -Tomo I, Cap, 3.

LIBRO 1

CAPITULO III
LO QUE CONCIERNE AL ARTE


Si DESEAS tener éxito es necesario hacer las siguientes operaciones en las horas y días apropiados, con la solemnidad requerida y el ceremonial contenido en los siguientes capítulos.

Las operaciones son de dos tipos. Las primeras son aquellas que se pueden llevar a cabo sin necesidad de un círculo y en cuyo caso no es necesario observar más que lo que se encuentra en los capítulos apropiados. La segunda clase de operaciones no pueden llevarse a cabo de ninguna forma sin Círculo, y para lograr esto a la perfección es necesario observar la preparación que el Maestro del Arte y sus discípulos deben hacer antes de construir’ el Círculo.

Antes de comenzar las operaciones, tanto el maestro como los discípulos deben abstenerse con gran continencia, durante el espacio de nueve días, de los placeres sensuales y de la conversación yana, como se asienta en el Libro II, Capítulo IV. Habiendo transcurrido seis de estos días, debe recitarse frecuentemente la oración y la confesión que se dará posteriormente; en el séptimo día, el Maestro, estando solo, entrará en un lugar secreto, se desnudará y se bañará de la cabeza a los pies en agua consagrada y exorcizada diciendo devota y humildemente la oración
“Oh Señor Adonai”, etcétera, como está escrito en el Libro II, Capítulo II.

Habiendo finalizado la oración, el Maestro debe salir del agua y ponerse vestidura inmaculada de lino blanco. Después deberá ir con los discípulos a un lugar secreto y mandarles desnudarse y ordenarles tomar agua exorcizada y vaciarla sobre sus cabezas de modo que corra a través de su cuerpo hasta los pies, bañándolos completamente. Mientras hacen esto, el Maestro debe decir: “Sean regenerados, renovados, lavados y purificados”, etcétera, como se dice en el Libro II, Capítulo III.

Habiendo hecho esto, los discípulos deben vestirse como el Maestro, con ropas limpias de lino blanco. Los tres últimos días, el Maestro y sus discípulos deberán ayunar, observando las formalidades y oraciones marcadas en el Libro II, Capítulo II.

Obsérvese que los últimos tres días deberá haber tiempo tranquilo, sin viento y sin nubes que cubran el cielo. En el último día debe ir el Maestro con sus discípulos a una fuente secreta de agua corriente o a un arroyo donde deben desnudarse y lavarse can la debida solemnidad, como se indica en el Libro II. Una vez limpios y puros, cada quien debe ponerse sus vestiduras de lino blanco, limpio y puro, usando las ceremonias y oraciones descritas en el Libro II, después de lo cual el Maestro debe decir la confesión solo.
Habiendo terminado, el Maestro deberá dar un beso2 en la frente de sus discípulos en señal de penitencia y cada uno de ellos se besará mutuamente de la misma manera. Enseguida el Maestro extenderá sus manos sobre los discípulos en señal de absolución, los bendecirá y os absolverá. En seguida les distribuirá a cada uno los instrumentos necesarios para el arte mágico, los cuales llevará dentro del círculo.

El primer discípulo portará el incensario, los perfumes y las especias; el segundo discípulo portará el libro, los pergaminos, las plumas, tintas y demás materiales impuros; el tercero llevará el atamé, la lámpara y las velas; el cuarto los salmos y el resto de los instrumentos; el quinto el crisol o bracero y el carbón o combustible. Es necesario que el Maestro lleve en su mano la espada o la vara mágica o el cetro. Una vez dispuestas estas cosas, el Maestro avanzará con sus discípulos hacia el lugar escogido, donde construirán el Círculo para las artes mágicas y operaciones, repitiendo en el camino las oraciones que se encuentran en el Libro II.

Una vez que han llegado al lugar escogido, el Macro debe encender la flama del fuego y  habiéndolo exorcizado como se muestra en el Libro II, debe encender la vela y ponerla en el candelero, el cual uno de los discípulos debe tener siempre en la mano para alumbrar al Maestro en su trabajo. Ahora el Maestro del Arte, cada vez que tenga ocasión para hablar de algún propósito particular con los espíritus, debe ocuparse de formar ciertos círculos diferentes relacionados directamente con la operación particular que quiera llevarse a cabo.
Si se desea tener éxito en la formación correcta del Círculo Mágico, para mayor seguridad y eficacia debe construirse en la siguiente manera:

CONSTRUCCIÓN DEL CÍRCULO MÁGICO


Tómese el atamé o la espada mágica previamente consaen la forma en que se indica en el Libro II. Con este atamé o espada píntese un círculo adicional al que ya se habrá hecho, a la distancia de 30 centímetros, teniendo ambos el mismo çentro.1 Dentro del espacio de 30 centímetros de ancho, entre la primera y la segunda circunferencia,2 deben trazarse hacia los Cuatro Cuartos de la Tierra los símbolos sagrados y venerables de la santa letra Tau.

Entre el primero y segundo círculos, que debes dibujar tú mismo con los instrumentos del arte mágico, debes hacer los pantáculos6 hexagonales y entre ellos escribir los cuatro tremendos nombres de Dios:

Entre el Este y el Sur, el nombre supremo IHVH: Tetragrammaton.
Entre el Sur y el Oeste, el nombre AHIH: Eheieh.
Entre el Oeste y el Norte, el nombre de poder ALIVN: Elión.
Entre el Norte y el Este, el gran nombre ALH: Eloah,

Cuyos nombres son de suprema importancia en la lista de los Séphirot y sus equivalentes soberanos.
Aún más, debes dibujar alrededor de estos círculos dos cuadrados, cuyos ángulos deben estar apuntados a los cuatro puntos cardinales; el espacio entre las lineas interiores y exteriores del cuadrado debe ser de 15.2 centímetros. Los ángulos extremos del cuadrado exterior deben convertirse en el centro de cuatro círculos, la medida de cuyo diámetro será de 30.5 centímetros. Todo esto debes dibujarlo con la daga o el instrumento consagrado del arte. Dentro de estos cuatro círculos debes escribir estos cuatro nombres del Dios santísimo
en este orden:

Al Este AL, EL;
Al Oeste IH, Yah;
Al Sur AGLA, Agla;
Al Norte ADNI, Adonai.

Los manuscritos varían los lugares de los nombres. Creo que éste es el Correcto. Entre los dos cuadrados debe escribirse el nombre Tetragrammaton como se muestra en la figura 2.

Mientras se construye el Círculo, el Maestro debe recitar los Salmos u, LIV, cxm, LXVII, XLVII y LXVIII. También puede recitarlos antes de trazar el Círculo. Habiéndolo terminado e incensado, como se indica en el capítulo respectivo del Libro II, el Maestro debe dirigirse a sus discípulos animándolos y fortificándolos y conducirlos a los sitios correspondientes del Círculo del Arte, donde debe colocarlos en los cuatro puntos cardinales, exhortándolos a no temer nada y mantenerse en el lugar que se les ha asignado. El discípulo situado al Este debe tener pluma, tinta, papel, seda, algodón blanco, todo esto limpio y apropiado para el trabajo. Aún más, cada uno de los acompañantes debe tener una espada nueva en la mano (además de la espada mágica del Arte), y debe mantener su mano descansando sobre el mango y bajo ningún pretexto debe moverse de su sitio.

Después de esto el Maestro saldrá del Círculo, prenderá el combustible o el carbón y lo pondrá en los incensarios en los cuatro puntos cardinales. Debe tener en su mano la vela de cera consagrada, encenderla y colocarla en un lugar Secreto u oculto previamente preparado para esto. Terminando esto, volverá a entrar y cerrará el Círculo. El Maestro exhortará nuevamente a sus discípulos indicándoles todo lo que tienen que hacer y observar, cuyos mandatos ellos prometerán cumplir. Luego el Maestro deberá repetir la siguiente ORACIÓN

Cuando entramos aquí con humildad, que. Dios el todopoderoso entre en este Círculo por el
éxtasis de una felicidad eterna, de una prosperidad divina, de una alegría perfecta, de una
caridad abundante y de un saludo eterno. Que todos los demonios se alejen de este lugar,
especialmente aquellos que se oponen a este trabajo, y que los ángeles de paz cuiden y
protejan este círculo del cual se aleje la discordia. Magnífica y extiende sobre nosotros, oh
Señor, tu más santo nombre y bendice nuestra conversación y nuestra asamblea. Santifica,
oh Señor nuestro Dios, nuestra humilde entrada, tú el bendito y santo de las edades eternas.
Amén.
Después de esto, el Maestro dirá de rodillas la siguiente ORACIÓN.

Oh Señor Dios, todopoderoso y todo misericordioso, tú que no deseas la muerte del pecador, sino que se arrepienta de su maldad y viva, danos tu gracia consagrando y bendiciendo esta tierra y este círculo marcado aquí con los más altos y poderosos nombres de Dios, Y a ti, oh tierra, te conjuro por el más santo nombre de Asher Eheieh a entrar dentro de este círculo compuesto y hecho con mi mano. Y que Dios y Adonai bendigan este lugar con todas las virtudes del cielo, para que ningún espíritu repulsivo o impuro pueda tener el poder para entrar en este círculo o perturbar a persona alguna que se encuentre en él, por el Señor Dios Adonai que vive eternamente por los siglos de los siglos. Amén.
Yo te ruego, oh Señor Dios todopoderoso y todo misericordioso, que te dignes bendecir este círculo y todo este lugar y a todos los que se encuentran en él, y que nos protejas a nosotros que te servimos y que referimos las maravillas de tu ley, la cual es nuestro buen angel guardián; quita de nosotros todo poder adverso y preservarnos del mal y ayúdanos para que descansemos en este lugar con seguridad plena, por ti, oh Señor, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Ahora el maestro debe levantarse y poner sobre su cabeza una corona hecha de papel o cualquier otro material apropiado, sobre la cual deben escribirse (con los colores y otras cosas necesarias que serán descritas más adelante) con letras grandes estos cuatro nombres:

AGLA, AGLAI, AGLATA, AGLATAI Estos nombres serán colocados en el frente, en la parte de atrás y a los lados de la cabeza.

Aún más, el Maestro deberá tener con él en el Círculo los pantáculos o medallas que son necesarios para su propósito, los cuales se describen más adelante, y que deberán construirse de acuerdo con las reglas dadas en el capítulo sobre Pantáculos. Éstos deberán ser hechos sobre pergamino virgen con la pluma,. tinta, sangre o colores preparados según la regla que será descrita en el capítulo sobre esta materia. Será suficiente tomar los pantáculos que se requieran y que deben ser cosidos al frente de la túnica de lino, sobre el pecho, con la aguja consagrada del arte y con un hilo que haya sido tejido por una niña.
Después el Maestro deberá voltearse hacia el este (a menos que se le indique lo contrario, o que vaya a llamar espíritus que correspondan a otro punto cardinal) y pronunciar en voz alta el conjuro que se encuentra contenido en este capítulo. Si los espíritus son desobedientes y no aparecen, entonces debe levantarse, tomar la daga del arte exorcizada con la que ha construido el Círculo y levantarla hacia el cielo como si quisiera golpear el aire y conjurar. a los espíritus. Después de esto pondrá su mano derecha . y la daga sobre los pantáculos que tiene ceñidos o cosidos en el pecho y repetirá de rodillas el siguiente CONJURO

Oh Señor, escucha mi oración y permite que mi ruego llegue a ti. Oh Señor Dios Todopoderoso, que has reinado antes del comienzo de las edades y por tu infinita sabiduría has creado los cielos, la tierra y el mar y todo lo que hay en ellos, todo lo que es visible y todo lo que es invisible, con una sola palabra; yo te imploro, te bendigo, te adoro, te glorifico y te rezo ahora en el tiempo presente para que seas misericordioso conmigo, yo, miserable pecador, ya que soy el trabajo de tus manos. Sálvame y dirígeme por tu santo nombre, Tú, para quien nada es difícil y nada es imposible, líbrame de la noche de mi ignorancia y permíteme salir de ella, ilumíname con una chispa de tu infinita sabiduría, aleja de mis sentidos el deseo y la iniquidad de mis palabras. Otorga a tu siervo un entendimiento sabio, un corazón penetrante y sutil, para adquirir y comprender todas las ciencias y artes. Dame capacidad para escuchar y fuerza en la memoria para retener, para que pueda lograr mis deseos, entender y aprender todas las ciencias difíciles, también para que pueda comprender los secretos ocultos de las sagradas Escrituras. Dame la virtud para concebirlas, para que pueda pronunciar mis palabras con paciencia y humildad, para la instrucción de los demás, como tú me has ordenado. Oh Dios, el Padre, Todopoderoso y Todo misericordioso, que has creado todas las cosas, que las conoces y las concibes universalmente, y para quien nada está oculto y nada es imposible, yo pido tu gracia para mí y para tus siervos, porque tú ves y sabes bien que no llevamos a cabo esta operación para atentar contra tu fuerza y tu poder, sino para saber y entender la verdad de las cosas ocultas, te ruego tengas la bondad de sernos favorable, por tu esplendor, tu magnificencia y tu santidad y por el santo, terrible e inefable nombre Iah, ante el cual todo el mundo tiembla y por el temor por el que todas las criaturas te obedecen, otórganos, OH Señor, el que seamos recipientes de tu gracia para que a través de ella tengamos una total confianza y conocimiento de ti para que los espíritus se descubran y se muestren aquí en nuestra presencia y que aquellos que son amables y pacíficos vengan a nosotros para que sean obedientes a tu mandato, por ti, oh Santísimo Adonai, cuyo reino perdurable y cuyo imperio durará por los siglos de los siglos. Amén.

Después de haber dicho estas palabras devotamente, el Maestro se levantará y pondrá sus manos sobre los pantáculos mientras uno de los discípulos sostiene el libro abierto ante él, levantará los ojos al cielo y volteando a los cuatro cuartos del universo dirá:

Oh Señor, sé para mí una torre de fortaleza contra la aparición y asaltos de los espíritus malignos. 

Después de esto se volverá a los cuatro puntos y dirá las siguientes palabras:

Sean éstos los símbolos y los nombres del Creador que pueden traer terror y miedo a ustedes. Por lo tanto, obedézcanme, por el poder de estos santos nombres y por estos símbolos misteriosos del Secreto de los Secretos. 

Habiendo hecho y dicho esto, el Maestro podrá verlos acercarse y llegar de todas partes. Pero si se ocultan, se detienen o están ocupados en alguna otra cosa que no les permita venir, o si no quieren hacerlo, entonces, se harán otra vez y habiendo tocado los discípulos sus espadas, por orden especial, habiéndolos animado el Maestro, debe rehacer nuevamente el Círculo Mágico con la daga del Arte y levantando la daga hacia el cielo, hará como que golpea el aire. Después de esto colocará su mano sobre los pantáculos y arrodillándose ante el Altísimo repetirá con humildad la siguiente confesión, lo cual también podrán hacer los discípulos, y la recitarán en voz baja y humilde, para que apenas puedan ser oídos.
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